Muy bueno lo de... que la iglesia española haya institucionalizado el día de los inocentes para intentar hacer una demostración de fuerza y exigir que se cumplan sus mandatos, no los de Dios, los suyos. Et (conviene usar el latín de vez en cuando porque da más solemnidad, aunque no lo entienda la mayoría), al hilo de eso, ayer montó toda la parafernalia posible y ocupó una parte de la ciudad de Madrid, para decir lo de siempre; aborto no, mientras no me toque a mí que entonces algo habrá que hacer, pero en el extranjero; matrimonio de hombre y mujer solo, indisoluble (no se enteran de que ahora la mujer no aguanta como antes y el marido, serio y respetable él, no puede tener la consentida a la que montaba un piso y una mercería), y bendecido por ellos; los hijos los manda Dios (vaya trabajo que tiene el pobre), así que métodos anticonceptivos, no, aunque la familia no se pueda mantener, pero ¡Dios proveerá!... en fín lo de siempre...
Y como siempre también, la culpa es de EL GOBIERNO, aunque esta vez parece ser que el Parlamento se lleva la peor parte. O sea culpables todos, menos ellos que no se cansarán nunca de decirnos en tono paternalista los malos que somos y lo que vamos a sufrir en las llamas eternas del infierno torturados por Satanás, aunque para eso ya nos están preparando con su continuo soniquete.
Y como siempre, familias enteras contando lo bien que lo pasan, lo bien que se sienten y lo felices que son mientras cantan sus villancicos y nos animan a participar en la verbena.
Y como siempre, una gozada para recordar todo un año hasta la próxima fiesta... Amén
Y aunque no viene al caso y comentaremos en los próximos días hay que decir que los genocidas de Israel están celebrando estas fiestas y el nacimiento de su Dios con el bombardeo masivo de fuegos artificiales sobre Gaza para convertir a sus habitantes en luces de Navidad que como antorchas humanas iluminen su mandato divino. Poco importa lo demás., primero rezamos y luego matamos... Mientras tanto, nadie hace nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario